Foto: Javi Guisado.
Desde los primeros acordes de la introductoria Con que doblez tu me miras, la sala se convirtió en territorio granadino por aclamación popular, a la que siguió Ahora sé, primer sencillo del álbum. Y aunque el cuarteto venía a presentar El año del tigre (Primavera Labels, 2021) (un saludo para Miss Caffeina) continuaron con un poker de canciones de su anterior trabajo, El resto del mundo (El ejército rojo, 2019) y es que la banda ya cuenta con material suficiente para elegir. Con las voces hipnóticas de Estrellas de los mares pasaron a Regional preferente, seguida por La mujer y el monstruo (que si ya era una de mis favoritas, después de la dedicatoria de anoche, pasa al selecto grupo de canciones importantes en mi vida).
Tras Deseo, volvieron a liberar al tigre con dos trallazos seguidos como son No entiendo, ni quiero y Las cosas cambian para volver a rebajar las revoluciones con un trío de canciones que forman la zona más calmada de su nueva obra, más variada y equilibrada que nunca, con las que dieron paso al momento más intimista del concierto, dedicado a los fans más veteranos con dos temas del virginal Nuevos testamentos (El volcán, 2017). Y es que Apartamentos Acapulco, tienen muy claro de dónde vienen y a dónde quieren llegar, siendo fieles a sí mismo, a pesar de que fueran unos minutos con algo de desconexión del público más jóven, al que en seguida volvieron a conectar e hicieron saltar con la canción más aclamada, el sencillo Alguien normal, seguida de Y tú en Barcelona con guiño incluido («puedes irte a vivir a Zaragoza» improvisaba Ismael ante las risas de Angelina).

